Película "De Acá a la China" gana fama en la pantalla grande de Argentina

Xinhua 2019-06-20 14:19:03
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Desde las puertas de un supermercado chino ubicado en un barrio porteño de Buenos Aires se abre paso la película "De Acá a la China", una comedia con tintes de drama del director argentino Federico Marcello, que entre la risa y el realismo recrea una historia sobre migración y el inicio de un mayor acercamiento cultural entre China y Argentina.

  Comenzada a rodar en el año 2012, "De Acá a la China" se convierte hoy en uno de los vehículos difusivos de un mensaje que busca romper el prejuicio ante las distintas oleadas migratorias, y que en este caso pone foco en el viaje que desde la década del 80 han hecho miles de chinos desde la provincia de Fujian para instalarse en Argentina.
  Con el supermercado como muestra de instalación en el país sudamericano arranca una cinta, de producción independiente, que combina elementos culturales e iconográficos de ambas naciones, pero también deja en evidencia los vastos desafíos que aún quedan por enfrentar para afianzar la relación bilateral.

  EL INICIO

  Todo partió del interés del director, guionista y actor principal, Federico Marcello, de adentrarse en el mundo de China luego de ver por cuenta propia el rápido crecimiento de supermercados chinos en la ciudad de Buenos Aires.
  "Inicialmente lo que me motivó a hacer la película sobre China fue justamente ver cómo en los últimos 20 años se había llenado Argentina de inmigrantes chinos y cómo habían pasado a ser parte de nuestra cotidianidad", comentó el director Marcello en una entrevista con Xinhua.
  Después de entrevistarse con unos "400 supermercadistas chinos", cifra simbólica que usó para referirse a las innumerables conversaciones que sostuvo con los comerciantes, Marcello, junto a seis amigos colaboradores, decidió viajar a China para grabar la mayor parte de las escenas en la ciudad de Xiamen, provincia de Fujian.
  "La decisión de viajar a China fue justamente para conocer en profundidad de dónde viene la persona que vive acá, por eso fuimos inclusive a filmar en Fujian porque de allí sale el 85% de los chinos que vienen hoy a Argentina, eso nos iba a dar un contexto más tridimensional de la persona que nosotros conocemos acá en el supermercado", narró.
  El cineasta añadió: "Lo que más me llamó la atención de los migrantes chinos es la constancia de trabajo que tienen, que están de sol a sol trabajando sin parar y cómo se van renovando, que trabajan duramente muchos años con el objetivo de volver a China y dejan a algún amigo o familiar para que continúen el trabajo, y sobre todo cómo se va apoyando la comunidad china".
  Marcello costeó su viaje de más de 19.000 kilómetros con ahorros propios de varios años, con un devenir no exento de dificultades que, a la larga, le permitieron "mejorar" la propuesta de película que llevaba consigo.
  Su marcha al país geográficamente más lejano de Argentina comenzó con seis amigos argentinos, a quienes se sumaron luego otros dos, y tras llegar a China, se anexó una pareja de la ciudad de Shanghai que vivió durante una década en el país sudamericano.

  UN RODAJE DIFÍCIL

  El hecho de realizar un filme independiente, "artesanal" y filmado en parte en un país lejano estaban en la lista de "complicaciones" para Marcello, pero se saldaron a través de la cooperación y trabajo voluntarioso de muchas personas en China.
  "Lo que nos pasó, que para mí fue lo más milagroso de todo, es que por cada problema que surgía aparecía una solución que traía una propuesta superadora a lo que teníamos antes, o sea que cada problema nos mejoraba la película, veíamos lo positivo de cada problema", acotó.
  El financiamiento, totalmente independiente, constó de unos 80.000 dólares, lo cual determinó un ritmo y una movilidad "escuetos" en el rodaje, apuntó el director.
  A ello se sumaron dificultades como la barrera idiomática, la solicitud de locaciones para filmar, la búsqueda de equipos de grabación, la necesidad de alquilar espacios, entre otras complicaciones anexas.
  "Durante un mes y medio nosotros no teníamos traductor en China, y salíamos con una libreta y le pedíamos con dibujos a la gente información para buscar luces, rieles para filmar y distintas cosas, nos encontramos con gente muy voluntariosa que nos fue ayudando desinteresadamente".
  El director recordó: "Volvimos de China con cinco dólares, agotamos hasta el último centavo".
  MITOS DEL PREJUICIO
  "Como seres humanos tenemos un montón de prejuicios contra otras personas, sobre todo cuando se trata del desconocido. La película quiere romper con esas consideraciones que son falaces para tratar de llegar a la persona en sí (...) tratamos de desmitificar muchas de las cosas que se le acusan al chino que en realidad son mitos puros", sostuvo el realizador.
  Marcello agregó: "El mensaje que queremos transmitir con la película tiene que ver todo el tiempo con ponerse en el lugar del otro, tratar de entender qué le pasa a la otra persona que tiene que abandonar su país para tratar de integrarse en un país completamente distinto".
  Para el director, en los últimos años han habido avances en el tema de integración, lo que representa un "fenómeno interesante" por el vínculo creado entre el consumidor argentino y el supermercadista chino.
  "Toda integración es positiva siempre, así como la comunidad china se integra a la comunidad argentina, hay allí una confluencia de culturas en la que cada uno aprende del otro un montón y ahí está justamente la riqueza de esa integración", añadió.

  PROMOCIÓN INDEPENDIENTE  

  Tras siete años de trabajo continuo, el camino independiente a la promoción de la cinta "De Acá a la China" también formó parte del trayecto.
  Con un auto y un proyector de pantalla, Marcello inició el pasado 2 de enero una gira de presentación por plazas, clubes, comunidades y parques de unas 10 provincias argentinas, comenzando por la costa atlántica (este), luego el sur patagónico, la cordillera de Los Andes, que incluyó a la ciudad de Mendoza (oeste), la región de Cuyo (Centro-oeste) y provincias centrales de Córdoba y Santa Fe.
  "Nos fuimos a recorrer 10 provincias argentinas durante dos meses, y todas las noches armábamos un cine en la calle para que la gente pudiera ver la película, allí la vieron 5.000 argentinos de localidades muy chicas", sostuvo Marcello.
  Fueron en total 50 lugares dentro de las que destacaron ciudades y localidades como Azul, Monte Hermoso, Villarino, Bahía Blanca y Punta Médanos de la provincia de Buenos Aires; Puerto Madryn, Esquel y Rawson de la provincia de Chubut; El Bolsón, Las Grutas y San Carlos de Bariloche de la provincia patagónica y sureña de Río Negro.
  El viaje continuó en las ciudades de San Martín de Los Andes y Zapala de la provincia de Neuquén, luego la región de Cuyo, y las provincias de Mendoza, Córdoba y Santa Fe.
  Después de este periplo, en el Barrio porteño de Saavedra "armamos un ciclo de cine que se llamaba 'Noche de Chine' que lo conducía una chica de Fujian y ella entrevistaba a chinos que contaban su experiencia de cómo fue su integración en Argentina", contó el cineasta.
  El estreno comercial de la cinta se produjo en el Centro Cultural de la Cooperación, y en el cine Buenos Aires Mon Amour (BAMA); posteriormente la pieza fue proyectada en el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (MALBA) y en el Centro Cultural Recoleta, lugares donde aún se exhibe.
  La reacción del público ha sido positiva. Teresa, una famosa migrante china de 33 años quien se convirtió en 'influencer' después de publicar en las redes sociales las ofertas que ofrece su supermercado en la capital, aseguró que le "encanta la película" pues refleja que pese a las dificultades de emigrar y emprender en otro país "siempre tienes un amigo que te acompaña".
  Otra espectadora, Elena Andrade, aseveró que se trata de una creación que refleja "lo fácil que es entender y compenetrarse con 'el otro' a través de un ejercicio básico que es la empatía".
  Además del profundo mensaje social, la riqueza del filme sobresale también por una interesante mezcla artística de ambos países, como por ejemplo la presencia de la Orquesta de Xiamen y su interpretación de la canción "Libertango" del reconocido bandoneonista y compositor argentino Astor Piazzolla.

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