Inversión extranjera directa permanece estable en China

La inversión extranjera directa (IED) en China se mantiene estable en su cuantía y se ha optimizado en calidad al hacerse más atractivo el ambiente para los negocios.

El vicepresidente de la Sociedad China de Estudios de la OMC, Huo Jianguo, dijo que "si se analizan los datos de la primera mitad del año, los inversores extranjeros mantuvieron su entusiasmo respecto al mercado chino".

El Ministerio de Comercio informó que la IED en la parte continental de China subió un 4,1 por ciento interanual, hasta los 68.320 millones de dólares, en los seis primeros meses de 2018.

En particular, el número de nuevas empresas de capital extranjero en la parte continental de China creció un 96,6 por ciento, hasta 29.591, en comparación con el mismo período del año pasado.

En cambio, la situación general de la inversión directa global no fue tan optimista, admitió Sang Baichuan, profesor de la Universidad de Negocios y Economía Internacionales.

Sang citó los datos del Informe de Inversión Mundial de 2018 publicado en junio por la Conferencia sobre Comercio y Desarrollo de las Naciones Unidas (UNCTAD, según las siglas en inglés) para afirmar que el flujo global de IED se redujo un 23 por ciento en 2017 y se situó en 1,43 billones de dólares.

Sang señaló que los inversores extranjeros están invirtiendo en una mayor variedad de sectores, incrementando la cooperación y seleccionando canales más variados, lo que demuestra que China sigue siendo un lugar ideal para la inversión.

Entre enero y junio la IED en el sector de la manufactura de alta tecnología creció un 25,3 por ciento interanual, empujada por el incremento de la inversión en equipos médicos, de comunicación y de informática y oficina.

Bai Ming, investigador de la Academia China de Comercio Internacional y Cooperación Económica, atribuyó este crecimiento estable de la IED fundamentalmente a una serie de medidas adoptadas por China para una mayor apertura.

El país ha revisado las "listas negativas" en las que se estipulan qué actividades quedan prohibidas o tienen límites para la inversión extranjera y ha abierto más el acceso al mercado en áreas como las finanzas, el transporte, la energía, los recursos y la agricultura.

La "lista negativa" nacional se rebajó de 63 a 48 elementos, mientras que la lista de las zonas de libre comercio pasó de 95 a 45. Ambas entraron en vigor al acabar julio.

Un funcionario encargado de inversión y empresas en la UNCTAD, Zhan Xiaoning, consideró que la IED en la parte continental de China permanecerá en un nivel alto gracias a las medidas que favorecen la inversión.

China está proporcionando a los inversores extranjeros más oportunidades de mercado, una mayor variedad de inversiones y un mejor entorno para los negocios.

Varias empresas de capital extranjero han publicado sus planes de inversión en China. Por ejemplo, Pepsi-Cola anunció este mes que invertirá otros 100 millones de dólares para expandir y renovar su planta de alimentos en Shanghai, mientras que BP informó a finales de julio de que ha decidido ofrecer 10 millones de dólares para apoyar el negocio de vehículos de nuevas fuentes de energía de su socio chino.

Sang admitió que pese a los progresos, aún queda mucho margen de mejora del entorno para los negocios y los servicios.

Según un nuevo informe del banco central publicado este lunes, los servicios financieros inclusivos de China se desarrollaron de forma constante el año pasado, dando apoyo al desarrollo rural, a las pequeñas empresas y al alivio de la pobreza.

El total de préstamos pendientes para la producción y los negocios de las familias campesinas fue de 4,69 billones de yuanes (equivalentes a unos 682.000 millones de dólares) a finales del año pasado, un aumento del 6,51 por ciento interanual.

Se han abierto más bancos en las áreas rurales para ofrecer más servicios financieros convenientes, con el 96 por ciento de pueblos y municipios teniendo acceso. Además, los servicios para las áreas remotas y escasamente pobladas también están mejorando.

Mientras tanto, los préstamos a pequeñas y microempresas subieron un 9,79 por ciento interanual y ascendieron a 6,77 billones de yuanes, y los préstamos a las familias pobres registradas se dispararon casi un 30 por ciento llegando a 324.800 millones de yuanes.