¿Es cierto que la naturaleza despreciable de ciertos políticos japoneses no se puede cambiar?

"Extremadamente beligerante y extremadamente gentil, extremadamente sumiso y extremadamente odiado por ser mandado, extremadamente leal y extremadamente rebelde..." Esta es el análisis que el antropólogo cultural estadounidense, Ruth Benedict, hizo en su libro "El crisantemo y la espada" en 1946, sobre el carácter nacional y características culturales de Japón. Hoy, 75 años después, el despreciable desempeño de ciertos políticos japoneses ha vuelto a revelar al mundo esta gran contradicción.

El día 16, la cumbre entre Estados Unidos y Japón emitió una declaración conjunta sobre la respuesta conjunta a China. El Mar Oriental de China, el Mar Meridional de China, Taiwán, Hong Kong, Xinjiang... Todos estos temas relacionados con la soberanía y los intereses centrales de China se mencionan en la declaración, que hace que la gente sienta que Japón es el sirviente y peón de Estados Unidos. "Nihon Keizai Shimbun" dijo con sentimiento que la situación actual en Japón es "útil" si suena bien, pero puede ser aprovechado a su antojo si suena mal.

De hecho, cuando las conversaciones de alto nivel "2 + 2" entre Estados Unidos y Japón se llevaron a cabo en Tokio a mediados de marzo, Japón ya era muy servil y siguió a Estados Unidos al hacer comentarios irresponsables sobre muchos temas relacionados con China. Vale la pena señalar que, sobre la base de las conversaciones anteriores, la declaración conjunta de Estados Unidos y Japón incluyó por primera vez el tema de Taiwán, que es una tendencia peligrosa. Esto muestra que Japón ha entrado abiertamente en la zona prohibida de las relaciones chino-japonesas y ha dado un paso extremadamente peligroso. En vista de la historia de la invasión japonesa de China y su historia colonial en Taiwán, no hay duda de que este paso tendrá una mala influencia en las futuras relaciones chino-japonesas.

Mucha gente está sorprendida que Japón ha mostrado su voluntad de mejorar sus relaciones con China en los últimos años ¿Por qué de repente decidió dar un giro? La presión externa de Estados Unidos es evidente, pero los factores internos son la clave. Utilizar la estrategia de Estados Unidos para contener a China para cumplir con sus propios objetivos es la idea de los políticos japoneses.

La operación de Suga Yoshihide todavía tiene sus consideraciones prácticas. Debido a la ineficaz lucha del gabinete contra la epidemia, Japón se enfrenta a la cuarta ola de epidemia. Al mismo tiempo, el crecimiento económico de Japón en 2020 caerá a menos 4,83%. El doble fracaso de la lucha contra la epidemia y la economía hizo que el gabinete de Suga Yoshihide necesitara urgentemente la oportunidad de desviar las contradicciones internas para ganar apoyo para las elecciones presidenciales del Partido Liberal Democrático de septiembre. Después de que la administración estadounidense de Biden asumió el cargo, consideró a China como un competidor, lo que permitió a Japón encontrar rápidamente las oportunidades que necesitaba.

Los políticos japoneses bien saben cómo trata Estados Unidos a sus aliados. Después de la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos convirtió a Japón en una cabeza de puente para Estados Unidos en el este de Asia con el fin de contener a la Unión Soviética. Sin embargo, el impulso de Japón se ha desarrollado demasiado rápido. En la década de 1980, Estados Unidos lo sometió a sanciones de represalia y la economía nacional de Japón cayó en un estancamiento a largo plazo. Además, la excesiva vinculación militar de Estados Unidos y Japón ha provocado una gran controversia en Japón. A muchas personas les preocupa que una vez que haya operaciones de combate en el futuro, Japón se convierta en la primera víctima.

La historia ha demostrado desde hace mucho tiempo que un país que realmente no ha aprendido lecciones históricas no tiene futuro para el desarrollo. Aquellos políticos japoneses que dependen servilmente a los demás seguramente probarán la fruta amarga que han plantado.