¡405.400! ¡Qué dolor y lección!

CRI 2021-01-22 14:32:14
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Según los últimos reportajes de algunos medios occidentales, el número de muertes causadas por la COVID-19 en Estados Unidos ha superado el número total de muertes del país norteamericano durante la Segunda Guerra Mundial. Según datos del Departamento de Asuntos de los Veteranos de EE. UU., 405.399 estadounidenses murieron durante la Segunda Guerra Mundial. Las estadísticas de la Universidad Johns Hopkins muestran que hasta la noche del día 20 (hora local), Estados Unidos había informado de 405.400 muertes por la COVID-19.

El mismo día, Biden también mencionó esta triste noticia en su discurso de inauguración: "No hay muchos períodos en la historia de Estados Unidos que sean más desafiantes o difíciles que los que enfrentamos ahora. El virus que no se ha visto en un siglo se ha extendido por todo el país. Las pérdidas por el virus son más que las de la Segunda Guerra Mundial. Millones de personas estaban desempleadas y cientos de miles de empresas cerraron". En su opinión, esta tragedia refleja la "realidad cruel y fea de Estados Unidos destrozada por el racismo, la xenofobia, el miedo y la demonización".

No hay una tarea política más urgente que proteger la vida y la salud de las personas. Lamentablemente, en el último año, el gobierno de EE. UU. ha estado ocupado luchando internamente, ignorando la amenaza de la epidemia y la seguridad de los pacientes. El Canal de Noticias y Negocios del Consumidor (CNBC) reveló que antes de que tuviesen lugar los disturbios en el Capitolio el 6 de enero, la familia Trump celebró el cumpleaños de su segundo hijo. Además, la mayoría de los manifestantes que se oponen a las medidas tomadas en la lucha contra la epidemia, no usaban mascarillas. Solo en este día, hubo alrededor de 3.000 muertes por la COVID-19 en Estados Unidos.

El gobierno de Estados Unidos politiza la lucha contra el virus y pisotea la ciencia cuando cambia las políticas con frecuencia, lo que permite que el virus se propague y amenace la salud de la población. El Washington Post calificó la lucha contra el virus de Estados Unidos como "una matanza autorizada por el Estado (...), sacrificando deliberadamente a los ancianos, los trabajadores de las fábricas y los afroamericanos e hispanoamericanos.”

Los que se han ido no pueden ser amonestados, pero los que vienen todavía pueden ser perseguidos. Estados Unidos es capaz de combatir la epidemia junto con otros países del mundo. Siendo el mayor país desarrollado del mundo, tiene la capacidad más avanzada en investigación científica a nivel mundial, así como abundantes recursos médicos, y la autonomía de la base de la sociedad está llena de vitalidad. Además, la gente ha demostrado que se ayuda mutuamente durante la epidemia: los estudiantes recibieron pupitres donados por extraños; un veterano de la Segunda Guerra Mundial de 104 años infectado fue dado de alta del hospital gracias al cuidado del personal médico; los trabajadores sanitarios de un hospital de Nueva Orleans inventaron una máscara transparente para que los bebés nacidos durante la epidemia vieran la sonrisa de sus madres...

Qué feroz es el brote epidémico, pero más fuerte es el poder de la vida. Cuánto dolor provocan las 405.400 muertes por COVID-19, pero qué firme es la creencia en salvar más vidas. Esperamos que Washington no falle al pueblo estadounidense de nuevo. Deseamos que todos los pacientes de COVID-19 del mundo se recuperen cuanto antes y que llegue pronto el día en que el mundo se libere de la pandemia.

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