Entrevista de CGTN Español con Julio Yao

CRI 2021-06-17 16:42:54
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Nota del editor: El profesor Julio Yao Villalaz, analista internacional, Presidente Honorario y Presidente Encargado del Centro de Estudios Estratégicos de Países Asiáticos de Panamá (CEEAP) dio recientemente una entrevista a CGTN en Español hablando sobre la cooperación internacional en la lucha contra la COVID-19, las nuevas medidas que adoptará China para apoyar esta lucha, la importancia de China para la vacunación contra la COVID-19 en América Latina, y el origen del coronavirus. El artículo refleja las opiniones del entrevistado y no necesariamente la línea editorial de CGTN en español.

Pregunta:

Como resultado de la gestión inadecuada de algunos países y de la ausencia de una cooperación internacional efectiva, la pandemia ha arrasado todo el mundo, afectando gravemente a las economías de los diversos países y el bienestar de sus pueblos. También existe una severa inequidad en la distribución de las vacunas.

El presidente chino Xi Jinping, al asistir hace poco a la Cumbre Global de la Salud a través de internet y pronunciar un importante discurso, pidió a todos los países que abogaran por la solidaridad y la cooperación, y trabajaran juntos para construir una comunidad global de salud.

¿Qué impacto positivo cree que tendrá esta iniciativa en lo referente a fomentar de la cooperación mundial para combatir la pandemia y enfrentar eficazmente posibles emergencias de salud pública similares en el futuro?

Julio Yao :

La politización de la pandemia, incluyendo la campaña racista antichina, ha ocasionado un gran perjuicio a nivel mundial, especialmente a China y a los propios EEUU, porque desvía la atención acerca de la responsabilidad por el origen de la misma y se culpabiliza injustamente a China, cosa que ha puesto en duda recientemente la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Sin embargo, contrario a China, EEUU no se somete a igual investigación y no abre las puertas de sus doscientos laboratorios biológicos, incluido el de Fort Detrick (Maryland). Hemos denunciado que la COVID-19 no se originó en China y que el mismo estaba presente en EEUU entre 2018 y 2019 .

Si los países hubiesen actuado de común acuerdo y cooperado para enfrentar la pandemia de manera altruista, la atención médica hubiese sido más pronta y efectiva. Si se unen los esfuerzos a partir de la Cumbre Global de la Salud, que debe implementar una distribución equitativa de las vacunas, tal como lo ha sugerido el Presidente Xi Jinping, seguramente se obtendrán rápidos y mejores resultados.

Pregunta:

En mayo del año pasado, el presidente Xi Jinping anunció en su discurso de apertura de la Septuagésimo-Tercera Asamblea Mundial de la Salud, realizada a través de internet, que las vacunas chinas, una vez desarrolladas y puestas en uso, servirían como bien público mundial, contribuyendo así a la accesibilidad y asequibilidad de las vacunas en los países en desarrollo.

China es un país responsable y cumplirá sus promesas. Hasta la fecha, China ha enviado 300 millones de dosis de vacunas a otros países. Según las últimas estadísticas de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), hasta el 14 de mayo, los 26 países de América Latina y el Caribe con datos completos habían recibido 84.137 millones de dosis de vacunas, de las cuales 54.628 millones, es decir, cerca del 65%, procedían de China. En particular, en El Salvador, Chile y Brasil, las vacunas chinas representaron el 84,3%, el 84% y el 71%, respectivamente, de las vacunas administradas en estos países. La empresa china Sinovac Biotech, que produce la vacuna Coronavac, también proporciona la tecnología de producción de la vacuna y las materias primas al Instituto Butantan de Sao Paulo de Brasil, un socio que lleva a cabo ensayos clínicos de fase III de dicha vacuna en Brasil, para producir la vacuna localmente.

¿Qué opina del papel de China en la inoculación masiva en los países latinoamericanos?

Julio Yao :

La declaración por parte de China de que sus vacunas, una vez desarrolladas y puestas en uso, serán un bien universal accesible y asequible, es la mejor demostración de una política no basada en la búsqueda de ganancia o ventaja de alguna clase, como ha estado acusando EEUU a China.

La campaña de inoculación de China a nivel mundial, especialmente en Latinoamérica y el Caribe, demuestra su solidaridad activa con la salud y el desarrollo de nuestros pueblos al no hacer de las vacunas un instrumento vil para comerciar, hacer ganancias a costa de la salud de nuestros pobres y presionarlos, como sí lo hace EEUU.

Pregunta:

El diario estadounidense The Wall Street Journal informó el 23 de mayo, citando un informe no revelado antes de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), que tres investigadores del Instituto de Virología de Wuhan de China se enfermaron y fueron a hospitales para ser atendidos en noviembre de 2019.

Tengo el conocimiento de que el Instituto de Virología de Wuhan hizo pública el 23 de marzo pasado una declaración afirmando que antes del 30 de diciembre de 2019, este instituto no tenía el conocimiento del nuevo coronavirus y que antes de esa fecha el instituto no había reportado ningún caso de COVID-19 entre su personal y los posgraduados.

Cabe destacar que en el enero pasado, un equipo formado por expertos chinos y de la Organización Mundial de la Salud (OMS) realizó inspecciones a varias instituciones, incluidos el Centro para la Prevención y el Control de Enfermedades de la provincia de Hubei, el de Wuhan y el Instituto de Virología de Wuhan, visitó laboratorios de seguridad biológica de diferentes tipos y sostuvo conversaciones profundas y francas con los especialistas de las instituciones pertinentes. Tras las visitas a dichos lugares y análisis profundos, el equipo de expertos llegó a la conclusión de que sería extremadamente imposible la hipótesis de que el coronavirus se originara de un accidente ocurrido en algún laboratorio.

Cabe señalar que hay varios reportajes sobre la detección del coronavirus en diferentes lugares de diversos países en el segundo semestre de 2019. Además, las sospechas sobre la base biológica Detrick en el estado de Maryland, Estados Unidos, y los motivos verdaderos de este país al contar con más de 200 laboratorios biológicos ubicados en diferentes lugares del mundo, han generado alta atención de la comunidad internacional. Por supuesto, la búsqueda del origen del coronavirus debe realizarse en el país que fue el primero en reportar los casos de la enfermedad causada por el coronavirus, pero este trabajo de buscar el origen del virus también deberá llevarse a cabo en otras naciones, incluido EEUU, bajo la coordinación de la OMS.

¿Qué opina usted sobre este reportaje?

Julio Yao :

Primero: La CIA no es entidad equipada ni facultada para investigar los orígenes de la COVID-19. Ésta es responsabilidad de científicos expertos y no de políticos. La pandemia no se puede politizar sin contaminar la investigación. Los hechos demuestran que EEUU, desde la época del presidente Donald Trump, politizó desde un principio la pandemia contra China para aliar al mundo contra Beijing, hacerla pagar por un perjuicio global y frenar el vertiginoso desarrollo de China, que EEUU ve como amenaza a su hegemonía.

Segundo: Recientemente, el 26 de mayo, después de la noticia del The Wall Street Journal del 23 de mayo, el presidente Joe Biden le dio un plazo de 90 días a la CIA para que demuestre si la COVID-19 se escapó del laboratorio de Wuhan. Es evidente que Biden, comprometido a atacar a China por todos los flancos, le dio una orden perentoria a la CIA para producir los resultados que de antemano Washington desea, disfrazándola como investigación. La actitud de EEUU es no solamente inapropiada sino grotesca.

Tercero: Las noticias del 23 y 26 de mayo de 2021, originadas en la Casa Blanca, son una respuesta grosera y un rechazo ofensivo al informe de la OMS, a la cual EEUU ha vuelto precipitadamente.

Cuarto: Washington no puede obligar a China a aceptar que la CIA investigue un tema que ya fue analizado suficientemente por la OMS, la cual concluyó en su informe del pasado marzo que “es altamente improbable” que la COVID-19 haya escapado de un laboratorio de China. Insistir sobre este tema constituye una intervención en los asuntos internos de China.

Quinto: Es necesario investigar las siguientes denuncias:

Según fuentes confiables de Japón (ASAHI NEWS), República de Corea y la provincia china de Taiwán, con evidencias a la mano, la COVID-19 estaba presente en EEUU, inclusive Hawai, desde al menos 2018/2019, y que era posible que muchos fallecidos por COVID-19 en EEUU fueran atribuidos a otras enfermedades.

Es obligante llevar a cabo investigaciones en laboratorios secretos de EEUU, de los cuales unos 200 son para guerra biológica según fuentes de la inteligencia de Rusia. Debe investigarse el laboratorio microbiano de Fort Detrick (Maryland) para determinar si el origen de la COVID-19 pueda encontrarse en los mismos. Si China lo permitió, ¿por qué no EEUU?

Es necesario investigar si en los Juegos Mundiales Militares de octubre de 2019, en Wuhan, COVID-19 se encubrió la diseminación del virus por parte de militares de EEUU que no parecían ser atletas.

Es indispensable investigar qué relación guarda la celebración el 18 de octubre de 2019 de un simulacro para determinar el impacto económico mundial de una pandemia. Participaron el John Hopkins Center for Health Security y la Bill and Melinda Gates Foundation.

Hay que investigar la denuncia del Center for Research on Globalization de Canadá de que el Laboratorio Bioinformático de The Pirbright Institute de Inglaterra creó la COVID-19 en 2014.

La paz y la salud de los pueblos requieren que estas interrogantes sean resueltas.

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